jueves, 19 de enero de 2012

"SIN TITULO"


Sus ojos no eran más que cuencas vacías,
De las que colgaban jirones de tinta,
Descorchándose con el tiempo.
La memoria que le recorría cada noche,
No llegaba ni al despertar de la mañana anterior.
Así desfilaban, las cosas que han ido transcurriendo por su vida,
El tiempo, nunca fue un buen amigo,
Soliendo conspirar contra el,
Haciéndole creer en su naturaleza generosa,
Para acabar dejándole sin nada una y otra vez
Estando el tiempo suficiente como para saber que lo ha vivido
Y así, poder dejarlas desaparecer.
Como la arena del reloj,
Que apagaba su vitalidad.
Imaginando que era un perro sin collar,
Un vagabundo del sueño,
Un trovador del paso, en los eslabones que le encadenan al tiempo.
El recuerdo le traiciona una vez más,
Un pez de pecera, que solo come lo que le ofrecen.
La razón era una fina línea de cordura,
La perfecta tortura.
Pero después de todo, su miedo no es propio,
El teme mas, el miedo de lo que le rodea.

Algunas personas llegan aun punto en su vida en que no pueden dar mas de si.

Descifrar lo insondable de aquellos que pasan cerca, inadvertidos.

Si ves lo invisible, sabrás que es lo que tienes que escribir.

Así es como lo expresaba, era la gente anónima con la que el quería vivir, la gente con la que nos cruzamos todos los días, la gente en la que nos convertimos abecés, la que está en los libros, y solo vive en la imaginación de alguien, un hombre que esta destinado a atravesar la vida, no pasar por ella dando un rodeo, un hombre que cree que el camino mas corto al cielo es atravesar el infierno. Aunque su gran hándicap, radica en su gran mente exaltada por demasiadas historias, y en el camino que había elegido, para convertirse en lo que era. Lo realmente fatídico, es que a todo le pone corazón…

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